La salud intestinal en la práctica

"Salud intestinal", un eslogan utilizado libremente en la industria de la nutrición animal, carece de una definición clara y simplista, debido a la complejidad del tracto gastrointestinal en relación con los sistemas fisiológicos. La clave para comprender la relación entre la función gastrointestinal y la salud animal es una comprensión fundamental del papel integral que desempeñan los órganos gastrointestinales en la regulación de las funciones homeostáticas, especialmente en lo relacionado con la protección contra patógenos y la tolerancia inmune. A la complejidad de poner la salud gastrointestinal en términos tangibles y descriptivos contribuye la relación dinámica entre los componentes de la dieta y el manejo del ganado en el sistema inmunológico de las mucosas, la microflora intestinal, la integridad epitelial, la utilización de nutrientes y la función de las mucosas. Además, la literatura reciente informa que los eventos de estrés afectan la funcionalidad a corto y largo plazo de la integridad gastrointestinal y están relacionados con una depresión en el rendimiento del crecimiento, lo que demuestra que el intestino tiene memoria para los eventos de estrés. La medición precisa de la función gastrointestinal es fundamental para la valoración de los beneficios de las estrategias nutricionales y de manejo que promueven la salud. Desafortunadamente, la evaluación de las estrategias antes mencionadas no siempre se puede realizar en entornos comerciales, por lo que el uso estratégico de modelos de investigación in vitro e in vivo es fundamental. Los desarrollos recientes en el uso de modelos de cultivo de células intestinales, como la línea secundaria de cultivo de células porcinas IPEC-J2 y los enteroides intestinales porcinos, son prometedores para comprender la relación entre las estrategias nutricionales, los factores estresantes intestinales y la integridad epitelial. Además, el uso de modelos de investigación in vivo muestra que los eventos de estrés comunes en el campo pueden imitarse parcialmente para estudiar la función gastrointestinal. Además, la evaluación del microbioma, la metabolómica y la función inmune de las mucosas puede proporcionar otra pieza del rompecabezas para comprender la dinámica gastrointestinal. Sin embargo, los modelos experimentales in vitro y las mediciones moleculares y microbianas deben ir acompañadas de mediciones sistémicas clásicas, como la digestibilidad y utilización de nutrientes y el rendimiento del crecimiento, para permitir una interpretación práctica de los resultados. Comprender la "salud intestinal" requiere una comprensión fundamental del epitelio intestinal, el sistema inmunológico, el microbioma intestinal y la interferencia que existe entre estos componentes. Además, la medición de la "salud intestinal" requiere la utilización de modelos de investigación in vitro e in vivo junto con mediciones novedosas y clásicas.

Fuente